El ciclo de bailes folk Ilunabarrean dantzan vuelve por segundo año a Oihaneder dando al balfolk un mayor protagonismo. De enero a abril habrá cuatro sesiones, una al mes, los viernes por la tarde. En cada sesión diversos/as instructores/as propondrán bailes concretos aportando así un toque propio a cada sesión. La primera sesión tendrá lugar este viernes, 13 de enero, a las 20:00 bajo las directrices del gasteiztarra afincado en Suiza Imanol Zabaleta.
Música en directo, explicaciones de las danzas típicas de los festivales de balfolk y puesta en práctica de las mismas en el cálido ambiente del claustro de Oihaneder. He aquí los ingredientes de Ilunabarrean dantzan.
Nika Bitchiashvili (violín), Anton Mimentza (guitarra) y Xabi Gonzalez (whistle) conforman el grupo de músicos dirigido por el joven trikitilari Ander Zabaleta. En cada sesión se trabajarán de 12 a 15 danzas típicas en los festivales de balfolk; scottish, mazurca, bourré, chapeloise, circle circassien, vals y polca. Además no faltarán los aquí tan arraigados fandango y arin-arin. En cada sesión habrá un/a instructor/a de baile distinto/a que traerá sus propias propuestas.
Ilunabarrean dantzan arranca el 13 de enero bajo las directrices del gasteiztarra afincado en Suiza Imanol Zabaleta. En febrero será el turno de Gari Otamendi de Añorga y en marzo de Agnés Cecconi de Biarritz. La última sesión, en abril, contará con la presencia de Patxi Montero que vendrá desde Elgeta.
El movimiento balfolk surgió en Francia en los años 70 de la mano de investigadores y expertos de las prácticas culturales tradicionales. Desde allí, y desde entonces, se ha ido expandiendo por diversos países como Bélgica, Suiza, Alemania y Holanda. Más cerca también, en Cataluña y Navarra, cuenta cada vez con más adeptos/as. A día de hoy se puede hablar de un importante movimiento ‘neo-folk’. Las sesiones de balfolk son un encuentro entre la danza y la música tradicional de diferentes pueblos de Europa. Se trata de una fiesta en la que gente de todas las edades baila (en grupo, en pareja…), se divierte y se descubre. Los pasos básicos se aprenden con facilidad y entonces se abre un mundo de matices e interacciones con los demás. Siempre se acompaña de música en vivo, música de raíz tradicional y un infinito de posibles fusiones. Pero la verdadera magia, más que en las manos de los músicos está en los pies del público. El secreto del balfolk es inexplicable a través de las palabras, hay que vivirlo.
Mientras tanto, el siguiente video refleja bastente bien la esencia del balfolk:
Reportaje del programa de ETB2 “Más de 3 millones” realizado en la última sesión del curso pasado: